Exilio
Esta manía de saberme ángel,
sin edad,
sin muerte en qué vivirme,
sin piedad por mi nombre
ni por mis huesos que lloran
vagando.
¿Y quién no tiene un amor?
¿Y quién no goza entre amapolas?
¿Y quién no posee un fuego, una
muerte,
un miedo, algo horrible,
aunque fuere con plumas,
aunque fuere con sonrisas?
Siniestro delirio amar a una
sombra.
La sombra no muere.
Y mi amor
sólo abraza a lo que fluye
como lava del infierno:
una logia callada,
fantasmas en dulce erección,
sacerdotes de espuma,
y sobre todo ángeles,
ángeles bellos como cuchillos
que se elevan en la noche
y devastan la esperanza.
Alejandra Pizarnik
[ este poema é-te dedicado, leitor(a) deste mural : que possas sempre sentir que outros anjos te guardam ]
obrigada, pela parte que me cabe.
ResponderEliminar:)
bom ano, ana
ResponderEliminar( ano, ana ficam bem juntos :) )