e de cuanto viví sólo a ti te dejaba:
tu boca eran mi día y mi noche terrestres
y tu piel la república fundada por mis besos.
En esse instante terminaron los libros,
la amistad, los tesoros sin tregua acumulados,
la casa transparente que tu y yo construimos:
todo dejó de ser, menos tus ojos.
Porque el amor, mientras la vida nos acosa,
es simplemente una ola alta sobre las olas
pero ay cuando la muerte viene tocar la puerta
hay sólo tu mirada para tanto vacío,
sólo tu claridad para no seguir siendo
sólo tu amor para cerrar la sombra.
Pablo Neruda
Belo...
ResponderEliminaré, não é?
ResponderEliminar:)