15 agosto 2015






Los espejos




Yo que sentí el horror de los espejos 

no sólo ante el cristal impenetrable 

donde acaba y empieza, inhabitable, 

un imposible espacio de reflejos 



sino ante el agua especular que imita 

el otro azul en su profundo cielo 

que a veces raya el ilusorio vuelo 

del ave inversa o que un temblor agita 



Y ante la superficie silenciosa 

del ébano sutil cuya tersura 

repite como un sueño la blancura 

de un vago mármol o una vaga rosa, 



Hoy, al cabo de tantos y perplejos 

años de errar bajo la varia luna, 

me pregunto qué azar de la fortuna 

hizo que yo temiera los espejos. 



Espejos de metal, enmascarado 

espejo de caoba que en la bruma 

de su rojo crepúsculo disfuma 

ese rostro que mira y es mirado, 



Infinitos los veo, elementales 

ejecutores de un antiguo pacto, 

multiplicar el mundo como el acto 

generativo, insomnes y fatales. 



Prolonga este vano mundo incierto 

en su vertiginosa telaraña; 

a veces en la tarde los empaña 

el Hálito de un hombre que no ha muerto. 



Nos acecha el cristal. Si entre las cuatro 

paredes de la alcoba hay un espejo, 

ya no estoy solo. Hay otro. Hay el reflejo 

que arma en el alba un sigiloso teatro. 



Todo acontece y nada se recuerda 

en esos gabinetes cristalinos 

donde, como fantásticos rabinos, 

leemos los libros de derecha a izquierda. 



Claudio, rey de una tarde, rey soñado, 

no sintió que era un sueño hasta aquel día 

en que un actor mimó su felonía 

con arte silencioso, en un tablado. 



Que haya sueños es raro, que haya espejos, 

que el usual y gastado repertorio 

de cada día incluya el ilusorio 

orbe profundo que urden los reflejos. 



Dios (he dado en pensar) pone un empeño 

en toda esa inasible arquitectura
que edifica la luz con la tersura 

del cristal y la sombra con el sueño. 



Dios ha creado las noches que se arman 

de sueños y las formas del espejo 

para que el hombre sienta que es reflejo 

y vanidad. Por eso nos alarman.







Jorge Luis Borges






2 comentários:

  1. Eu sabia que o seu primo argentino me iluminaria. ;)
    A última quadra é mesmo certeira.
    Bom feriado, josé luís!

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